Viva El Rei por siempre

DO TEXTO:
Por Isabelle Hay Astros, pero definitivamente son pocos, ROBERTO CARLOS, es uno de esos pocos: un ASTRO, un SOL, Un REY. Ayer nos dimos cita primero en casa para salir a las siete de la noche como habíamos convenido con dirección a la Explanada del Estadio Monumental de Lima. Pero como sabemos que esa es la hora “punta” en donde el “tránsito” es mucho más que “intransitable”, decidimos tomarnos un café y salir media hora después dándole tiempo a los millones de limeños a retornar a sus hogares despejando las inacabables avenidas y calles que nos distanciaban del Monumental. Estuve nerviosa, pero conduje mi ansiedad desde el inicio para no aumentar mi tensión y de paso contagiar al resto de sufrientes que tienen que soportarme sin remedio. Miré la hora 60 veces en el minuto que me tomé para beber el café mientras veía con pánico que si no se apuraban la hora nos ganaría y efectivamente salimos 15 minutos antes de las 8 de la noche. Horror total, el tráfico era insospechadamente imposible, nunca antes fuimos más conscientes de que Lima es una ciudad que necesita no solo del Metropolitano laureado y sacramentando recientemente aunque aún fuera de servicio, sino de por lo menos 400 canales subterráneos para hacer vivible el paso de la gente que pareciera perderse en una guerra de automóviles con gritos y destellos de bocinas y de luces que solo incrementan el caos y la desesperanza de llegar a nuestro destino a la hora prevista. No vamos a llegar, - decía con una especie de resignación anticipada-, cuando dieron las 9 de la noche, hora señalada para que se inicie el concierto y nosotros estábamos a cierta distancia aún y con un embotellamiento de autos que jamás avanzaban. ¿Será que todos van a ver a Roberto Carlos?, - infirió alguien con la inocencia más inoportuna llenándome de mayor impaciencia que milagrosamente contuve para no agravar la tensión que ya se percibía en nuestro auto-, -No creo- , una respuesta rápida de alguien que de plano se equivocó y por primera vez fue testigo de la importancia de la estrella que pretendíamos ver y que al parecer lo haríamos pero faltando el respeto a la hora de inicio cosa que yo no me lo perdonaría nunca. Las 9:15, nos estacionamos, ¿Acaso alguien que no estuvo allí se imagina como era la situación? Dejamos el auto a la menor distancia pero había que caminar muchísimo aún y para sorpresa de los incrédulos todos los vehículos que hacían fila se estacionaron y la gente caminaba hacia la misma dirección nuestra con la prisa y la ansiedad de llegar antes apurando la marcha y elevando la temperatura con la carrera incontenible de acelerar más el paso. Por fin lo conseguimos, ya estábamos en el lugar indicado, menos mal que ubicamos fácilmente nuestros asientos, el espectáculo aun no había empezado uffff, eran la 9:34, a los dos minutos siguientes se apagaron las luces y los aplausos cayeron como granizo sobre vidrio haciendo que hasta la atmósfera se plegara de un eco en donde la emoción gravitaba por doquier jugando con nuestra adrenalina y por ende con nuestros corazones. A las 9:40, el escenario oscuro se iluminó y modificó ostensiblemente su apariencia con el juego de luces donde el azul y el blanco nos llevaron al fin al mismo cielo haciendo descender de la gloria al más grande y espectacular de los cantantes que en mi hemisferio cerebral se haya instalado, más lejos de todos aquellos a quienes amo y amé siempre sucumbiendo en la intensidad de la poesía lírica o épica o que se llame, pero que nunca ocuparon aquel espacio irracional que nos condena a una especie de fascinación por el lado romántico que solo sabe descubrir el inigualable Roberto Carlos. El conocido “Señores y Señoras, con Uds. ROBERTOOO CARLOSS” en esa voz familiar que no perdió el acento muy brasileño, abrió las ventanas de la oscuridad a un dios vestido impecablemente de blanco, a un rey que se apoderó de nuestros sueños convirtiéndose en la única visión logrando desaparecer por todo el tiempo que estuvo frente a nosotros, al resto del mundo.

Sería interminable mi relato, aun estoy bajo los estragos de la emoción de haberlo visto aunque no de muy cerca como me hubiera gustado, si tendría diez años menos quizás dejaba escapar a la loca que tengo prisionera dentro de mí y hubiera intentado correr e incluso a arrancarle de las manos esas rosas que por antonomasia reparte al final del espectáculo. Pero si bien es cierto que suelo dar rienda suelta a mis emociones y pensamientos cuando pretensiosamente me pongo a escribir, en los hechos soy demasiado tímida y no me atrevería a protagonizar una escena aun cuando eso me daría un instante de felicidad como hubiera sido esperar hasta cuando fuera posible para entrar a su camarín y fotografiarlo por lo menos y observarlo más de cerca. No obstante, Roberto Carlos, luce muy bien, muy cuidado, se ve joven y cautivante con esa personalidad que lo hace tan especial, el dominio total que tiene sobre el escenario es o debería ser un modelo infaltable para la formación de los nuevos artistas que jamás representan lo que él si puede no solo representar sino ser: Un Astro, un sol, un rey, un dios. Interpretó canciones muy conocidas en el idioma español y algunas en ese bello portugués muy brasileño: Detalles, Que será de ti, Cama y Mesa, Desahogo, El gato en la oscuridad, El día que me quieras, Cóncavo y convexo, Propuesta, Cabalgata, É proibido fumar; (ambas en portugués), una mistura de temas como A namoradinha de um amigo meu entre otras, Emociones, Mujer pequeña, Cuando el amor se va, Amigo, Lady Laura en homenaje a su querida madre a quien se refirió como al gran amor y su gran amiga; momento de mucha emoción pero con gran sosiego. Cuando oí las notas del tema “Jesús Cristo” cerca de las 11:30 de la noche, preludio que la función había terminado, la algarabía se dejó sentir para decir NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, obligándolo a volver dos veces al escenario para interpretar Amada Amante y por último Un millón de amigos. Influenciada aun como estoy por la experiencia que viví, solo puedo acabar éste interminable relato, recodando que al salir los miles de espectadores dirigiéndose a sus respectivos destinos, caminé sin escuchar lo que los demás comentaban, sumida en la efímera melancolía del “se acabó, eso fue todo” dentro de unos minutos más ya es otro día, hay que comenzar otra vez que la vida se inicia todos los días. Desde aquí y para todos mis amigos que no lo vieron, los extrañé; fue un espectáculo inolvidable, lástima que no todos tengan la suerte o el privilegio de verlo, para ellos mis más sentidas condolencias, y para los que si lo conocen, para los que sí lo han visto, esto debe ser solo una manera de confirmar lo que de sobran saben. Cafe con Artistas 05-05-2010
NOTA SPLISHSPLASHCIANA:
A autora da reportagem, para além de grande fã de Roberto Carlos, é Seguidora e amiga do Splish Splash.

POSTS RELACIONADOS:
9 Comentários

Comentários

  1. Un artículo de Isabelle, como dije en el Café con Artistas digno de publicarse en las mejores revistas de espectáculos, agregando en los mejores blogs como éste que me deja sorprendida un Blog Azul dedicado exclusivamente a Roberto Carlos.

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno, felicitaciones. En el blog de poetas o café con artistas seleccionados con mucho cuidado Roberto Carlos es un invitado con una etiqueta personal.Vaya a ver.

    http://www.poetasalacarta.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  3. Olà Mindo! muito emocionante este relatorio da nossa amiga Isabelle.E quando éla chama o nosso M.Q.T. de un Astro, un Sol,un Rey, y un Dios està tudo dito.So lhe queria dizer obrigado por pensar nos fas que sonham e que nao te-em o priviléjio de o voltar a ver até hoje.Mas nao vamos deixar de esperar, esse dia, se Deus quizer chegarà.Abraços

    ResponderEliminar
  4. Obrigada Armindo, mas como te disse na resposta no blog de Café com Artistas, não te vou denunciar nem cobrar direito de autor por tua idéia de roubar este post que além somente lograra de alguma maneira unir mais corações entre os que amamos ao Rei Roberto Carlos, aliás, me vou vingar roubando uma postagem linda que vi neste blog e me vou apoiar naquela lei que diz “ladrão que rouba ladrão tem cem anos de perdão”.

    ResponderEliminar
  5. Manuel:
    Mesmo que o seu comentário é para o Mindo, fiquei muito contente pela sua participação aqui e sobre todo gostei você chamar-me de amiga, agora eu considero-o amigo também e sendo um freqüentador desta pagina não tenho a menor duvida que seja uma bela pessoa. Si gostamos do Rei tem que ser.

    ResponderEliminar
  6. Olá, Maluna!

    Obrigado pelas palavras sobre o Splish Splash. Na verdade, não é exclusivamente dedicado a Roberto, mas quase.
    Quanto ao artigo da Isabelle, eu diria o contrário, ou seja, todas as revistas de espectáculos seriam dignificadas se publicassem tal reportagem.

    Abraços incas :)

    ResponderEliminar
  7. Olá, Rubén!

    Obrigado pelas felicitações. Há muito que o blog Café con Artistas já é conhecido aqui do Splish Splash fazendo parte da sua lista de sites.

    Visito regularmente o Café con Artistas porque lá encontro matérias de qualidade postadas por excelentes colaboradores.

    Abraços poéticos

    ResponderEliminar
  8. Olá, Manel!

    A Isabelle é assim. Aliás, ela sempre foi assim quando era um ferrinho no fórum do Portal Clube do Rei.

    Uma Inca do carago, pá!

    :)

    Abraços

    ResponderEliminar
  9. Isabelle:

    Mesmo que o teu comentário é para o Manel, fiquei muito contente pela tua reportagem sobre o show do NMQT em Lima e ainda por teres comentado aqui no blog mais melhor bom do mundo e arredores.

    Se comentares mais vezes até te dou um doce!

    Abraços robertocarlisticos

    ResponderEliminar